¿Quién no ha usado un chupete electrónico?

¿Quién no ha usado un chupete electrónico?. Cuidemos a nuestros niños en el uso saludable de la Tecnología y la Importancia de la Prevención Nuestras nuevas generaciones han nacido rodeadas de dispositivos electrónicos y en conexión casi permanente a internet. En un reporte de enero 2018 realizado por We are Social y Hot Suite, registra que los usuarios de Internet en el mundo hoy al 2018; supera el 50% de la población: 4.000 millones. Ingreso de internet en Norteamérica es 89% y Sudamérica un 68%, Chile liderando en Latinoamérica, alcanzando un 78% de usuarios. Siendo Internet un presente; nuestros niños y jóvenes mantienen una actitud abierta al uso de dispositivos y a la incursión en sus diversas redes sociales y videojuegos, ya que las nuevas tecnologías son su medio natural. Para hacer uso de estas tecnologías como herramienta, se deben educar y se hace fundamental aquí; distinguir entre su uso sano y el que puede llegar a ser nocivo para su salud física, social y emocional. En un campo en constante transformación debemos fomentar el investigar para lograr delimitar las fronteras entre el uso adecuado, el mal uso o abuso y adicción. Hace varios años vemos políticas que realizan esfuerzos para fomentar las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación), en la población infantil y juvenil, pero asumimos en ese momento el riesgo de incentivar el uso descontrolado de estos nuevos medios, ya que se realizaron entregas de dispositivos portátiles, sin ningún programa preventivo que garantice su uso sano sin riesgos. Como Profesionales de la Salud, tenemos la responsabilidad de poner en marcha medidas preventivas y formativas, no solo dirigida a los niños, sino también a padres y la comunidad. Como padres tenemos el deber de informar a nuestros hijos de los riesgos presentes; como provocación sexual o incitación a conductas peligrosas (juego de la ballena) y hacer uso razonable, donde rigen las mismas normas de comportamiento que en el mundo real: buena educación y sentido común. El objetivo no es el “no uso”, si no lograr que los niños y adolescentes logren un uso responsable y controlado. Para una prevención eficaz no solo basta la simple información de los riesgos, no se lograra cambiar actitudes ni comportamientos, si no se fortalecen aspectos básicos de la personalidad, autoestima, desarrollo de habilidades, creación de recursos de interacción social. Desde la mirada educativa el aprendizaje es una construcción social, no sólo individual, se aprende cuando hay un conocimiento compartido que lleva a interiorizar el concepto y así al cambio de conducta. En relación a los efectos que se pueden producir en los niños a una exposición continua a estas pantallas, no hay muchos estudios basados en evidencia, algunos investigadores se han referido al daño cerebral, haciendo énfasis a que él lóbulo frontal del cerebro no está bien desarrollado, trayendo efectos nocivos al desarrollo posterior del niño. La Sociedad Americana de Pediatría, recomienda: de 0 a 2 años no exponer a ninguna pantalla, 2 a 7 años: 2 horas máximo exposición, que no sea computador, 7 a 12 años, 2 horas máximo con exposición a pantallas. Como orientamos el uso de Internet, Telefonía o Redes sociales Para no imponer, establecer reglas con los hijos de mutuo acuerdo Conversar sobre el uso, conocer para que lo usan ellos Computadores no debe estar en habitaciones del niño Acompañémoslo una vez en su navegación para conocer preferencias El niño debe tener claridad de no aportar datos personales a través de las redes Recuerde que icono historial podemos revisar paginas ingresadas con anterioridad No los utilice como premio, castigo o prohíba su uso, ya que se transformara en algo aún más atractivo



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